#Futbol Se disputó la primera edición de la Copa Centenario Ciudad de Río Grande de selecciones de fútbol.
(Por El Sureño)
En la tarde de ayer se disputó la primera edición de la Copa Centenario “Ciudad de Río Grande” de selecciones de fútbol; un hecho histórico por diferentes razones, no solo por los 100 años de la ciudad, sino además por ser el primer clásico fueguino desde que las dos Ligas están afiliadas al Consejo Federal de AFA.
El encuentro culminó 1 a 1 y la Copa se definió desde los once metros y allí los capitalinos fueron más efectivos y ganaron 4 a 2 para quedarse con la alegría y aguarle la fiesta a los dueños de casa quienes se fueron con la cabeza gacha.
Más allá del carácter amistoso, se sabe que esta clase de choques todos los quieren ganar, y eran tantas las expectativas que la cancha del AGP mostró un lleno total de vehículos y de algunos hinchas que se sentaron en las tribunas, desafiando las medidas protocolares que se habían implantado desde la Liga local y por el municipio.
La primera etapa el conjunto local tuvo viento a su favor, y desde el arranque lo arrinconó contra el arco que defendió el Loco Romero y a los 2 minutos el arquero vio la tarjeta amarilla por darle un puñetazo al balón fuera del área cuando lo atropellaba Jonathan Bustos, situación que fue discutida por el dueño de casa por entender que era roja, pero bien el árbitro dado que no era una situación manifiesta de gol, no se sabía que podía suceder si el delantero llegaba primero a esa pelota.
De ese tiro libre, Jonatan Salazar hizo esforzar al guardameta quien con las dos manos mandó la pelota al tiro de esquina; de ese tiro de esquina peinaron la pelota al segundo palo y por allí de cabeza el capitán Gustavo Bravo mandó la pelota a la red, sin embargo el gol fue anulado por posición adelantada del mediocampista.
Casi de inmediato llegó un nuevo tiro de esquina, y otra vez un gran cabezazo de Bravo se fue besando el palo; todo era del dueño de casa que en cinco minutos merecía abrir el marcador.
Pero ese acecho terminó cuando los mediocampistas tomaron mejor sus marcas y no hubo más generación de juego, incluso los ushuaienses tuvieron dos llegadas claras, un tiro libre que contuvo muy bien Agustín Mossetto, y un centro a la carrera al segundo palo que no logró soplar Douglas Romero.
Pero desde los 22 comenzó a tener otra vez llegadas el conjunto de Río Grande; la primera fue una enorme jugada de Jony Salazar dejando varios hombres en el camino y sacando un centro al segundo palo donde ninguno de los dos compañeros que llegaron por allí pudieron conectar el balón y mandar la pelota a la red.
A los 33, nuevamente fue Salazar quien metió un pase gol a Jona Bustos, lo dejó mano a mano y el disparo del goleador local se fue cruzado muy cerca del palo.
Y tanto quería el elenco local que tuvo su premio a un minuto de cerrar la etapa inicial; de un saque lateral en defensa rápidamente armaron una jugada directa por el centro de la cancha, lo encontraron muy bien a Bustos quien al ver el espacio, sacó un potente disparo desde afuera del área, muy lejos del alcance de Romero, desatando la locura dentro y fuera de la cancha.
Tras el descanso, los visitantes se encontraron con el viento a su favor y si bien no llegaron mucho al arco de Alejandro Godoy quien reemplazó a Mossetto, a medida que la pelota pasaba por los armadores, iban avisando.
Y fue Alan Zentner primero y Romero los que tuvieron la chance de empatar, pero siempre se mostró seguro el arquero, y al ver que algunos jugadores no estaban rindiendo como en la primera mitad, comenzaron los cambios, aunque a la postre estos cambios tampoco entraron como se esperaba y no sólo que no generaban juego sino que tampoco llegaban a posición de gol y esa merma agrandó a la visita quien a los 35 minutos tuvo su premio.
Un gran centro del marcador de punta por izquierda y un enorme cabezazo en el primer palo de Douglas Romero quien mandó la pelota junto al palo más lejano de Godoy, quien pese a realizar un esfuerzo tremendo, no pudo evitar que la pelota bese la red.
Tras la igualdad los riograndenses fueron arriba más por empuje que por juego, en este aspecto el Pichi Bravo fue el abanderado pero con eso no alcanzó.
Luego en la definición desde el punto penal, hubo disparos displicentes de Gauna y González, el primero atajado y el segundo afuera, que le permitió a Ushuaia ganar la Copa Centenario.