#Futsal Finalizo la etapa provincial de la Copa Argentina 2023, en un fin de semana a puro futsal.
(Por Lien Tapia).
Camioneros y San Isidro brillaron en la noche del Muriel por el encuentro final de cara a la clasificación para la etapa regional de la Copa Argentina. El tachero desde el punto de pena máxima le ganó la pulseada al Camión en un duelo electrizante y polémico.
La agónica carrera hacia la clasificación en Copa Argentina no podía terminar en su recta final si no era claro, con un Camión y un Taxi mano a mano, punta a punta hasta el final.
San Isidro, el temible elenco Aurinegro. se coronó como el mejor de la fase Provincial gracias a un juego de vértigo, de poderio y gracias también claro, a la imaginaria moneda de la fortuna.
La mañana del día domingo inicio bien temprano para el masculino, allá por las 10 horas, ambos Camioneros se presentaron en el Muriel para finalizar lo que habían empezado la noche anterior, y aunque tenga cierto dejo de romance lo narrado, nada de eso era tal, al contrario era un duelo bravo, plagado de condimentos que a uno le harían arder el paladar.
Por eso, después de los bochornosos sucesos ocurridos en la noche del sábado producto de una bomba de humo lanzada por un simpatizante del camión riograndense, ambos elencos disputaron los minutos finales a puertas cerradas. El choque terminó en tablas 2-2 y ahí emergió una vez más la figura de esa especie de superhéroe que a veces pareciera envolver a Italo Gómez y que está vez se hizo presente en la tanda de penales.
Lo ganó el Camión de la capital que luego, en tan solo un par de horas, ya estaba estoico en el gimnasio de la Margen Sur de la ciudad de Río Grande esperando por Mercantil.
Los del CECU que arribaron en la mañana al norte de la isla acudieron puntuales y eufóricos a la cita. El pleito inicio allá por las 13:30 y las emociones estuvieron a la orden del día entre dos que se conocen muy bien.
Camioneros pegó primero por dos, pero Mercantil reaccionó a tiempo y se puso en partido de la mano de un descomunal Lucas Aravena que revivió acaso sus mejores ratos futbolísticos. El choque se mantuvo intenso, Mercantil emparejó las acciones y las pretenciones en la pista, neutralizo al Camión respaldado en un buen Nelson González y en un caudillo Natanael Silva.
A partir de ahí el andar del partido se serenó, se observaron para acaso encontrarse defectuosos. La segunda mitad hacia suponer que Mercantil había encontrado la falla en su rival, lo arrinconó, si, pero desprotegió la transición y el Camión no perdona estás facetas del juego.
Aravena volvió a descontar pero casi de inmediato vio la segunda amarilla y la cancha parecía inclinarse en contra de los azules que lo buscaron con muchas y buenas herramientas a pesar de que las señales y la suerte no parecía sonreírles.
Camioneros hizo su trabajo, circuló, metió, respiróy aprovechó. Mercantil lo quiso, lo tuvo incluso con un penal que elevó por sobre el travesaño Mansilla y en un puñado de situaciones clarísimas que frenó, cuando no, Italo Gómez.
Así los dirigidos por Joaco Pérez derrotaron 5-3 a los de Guapura y se metieron en la cita final.
Por el otro lado de la llave, el Tachero y Escuela Argentina se median en idéntico horario pero en el Muriel. La victoria sin atenuantes fue de los conducidos por el “Loco” Saenz por 6-2 sacando chapa y mostrándole a todos y todas el momento maravilloso que transitan goleando a cuanto rival se les ponga adelante y haciendo estremecer a quien sea el escollo de turno.
Ni siquiera el muro invencible de Coki Chávez, arquero de Escuela, fue respuesta suficiente para tamaño poder ofensivo de los aurinegros. Dónde uno mire, el Tachero tiene buen pie, verticalidad y agresividad. Por eso el duelo final y en casa ponía a San Isidro como serio candidato.
Llegó la hora en la cual las palabras se hacen humo, el momento en dónde ella y solo ella puede hablar, la bola, la caprichosa la dueña de todos los que a ganar en la pista aspiran.
Camioneros y San Isidro, el Tachero y el Camion. La imagen se vende sola.
El choque fue una delicia, un juego táctico, estratégico y sin cuartel de a ratos fue San Isidro el que propuso, Camioneros esperó, el Tachero coqueteó con el gol en varias ocasiones, pero al Camión no le gustan las propuestas de seducción, prefirió ir a los bifes y en la primera que tuvo clara el “Tigre” Juan Fernández la mando a guardar para enmudecer a un Muriel colmado.
A estas alturas está de más decir que San Isidro no aflojó. Le sobran nombres, ganas y jerarquía, fue en búsqueda una y otra vez de el empate pero siempre chocó con Gómez. Así la primera parte, fue recién en la segunda mitad y a la salida de un tiro libre que el “Pollo” Ojeda puso pardas en el marcador, pero fue momentáneo, porque casi en un parpadeo el local se equivocó en el área propia y otra vez el “Tigre”, totalmente desatado, marcó.
Siempre lo fue ganando Camioneros, siempre lo empató San Isidro. Una roja dudosa por segunda amarilla voló en el aire dejando a Camioneros sin Joaquín Mansilla y con el resultado pendiendo de un hilo.
Un penal tambien dudoso en contra del Camión capitalino fue canjeado por el gol de Lucas Vera.
Y fue el mismo Vera que a la salida de una transición y tras pase del fantástico Gabi Sánchez, adelanto 4-3 por primera vez en el score al Tachero.
Pero paciencia, que hay más. El partido se moría, las piernas ya no parecían una herramienta útil en la pista de juego, y usted sabe lector, que cuando no hay piernas, hay que ofrecer el corazón.
Eso hizo Camioneros y arremetió contra el área de Hernández aunque sin éxito, aunque así, de tanto insistir tuvo premio, premio con polémica, obvio, porque a falta de seis segundos el silbato del juez sonó marcando un penal por una aparente mano del propio Vera en el área que Luchi Nicollielo con total jerarquía cambio por gol.
El resto es imaginable y simple, el punto del penal, la moneda de la que tanto hablamos, está vez no pudo Gómez, esta vez pudo Hernández, esta vez no falló San Isidro, está vez no pudo el Camión.
El delirio fue de los locales, pero nos quedemos con el duelo, fatal, parejo, de caballeros y de deportistas que entregaron con hidalguia y limpieza todo hasta el final, sin especular, sin escatimar.
Que viva San Isidro, que viva Camioneros de Ushuaia, que viva este deporte cuando la entrega es tal. Que viva nuestro Futsal fueguino y que estas competencias se lleven a cabo más seguido…