#Futsal Mercantil y Escuela Municipal avanzaron a la Fase Final de la Copa Argentina, tras vencer de visitantes a Escorpión y Estudiantes.
(Por Lien Tapia)
Este sábado por la noche en el Juan Bautista Rocha, Mercantil y Escuela Municipal derrotaron a los locales Escorpión (3-0) y Estudiantes (4-3 en penales) y se metieron en la Fase Final de la Copa Argentina 2024. Ushuaia impuso su jerarquía.
Ahí van, los dos mejores elencos de la capital fueguina, los de mejor presente y, sin lugar a duda por lo mostrado, los de más alto potencial a futuro. Las cualidades individuales, las jerarquías puntuales y el caudal de jugadores y jugadoras posicionan a Escuela Municipal y Mercantil como los elencos top del momento no solo en el plano doméstico, sino también Provincial y Patagónico. La noche del sábado en el Rocha así lo certifica.
Su peso en oro
Alrededor de las 20:30 dio inicio el choque entre Estudiantes de Rio Gallegos y Escuela Municipal en el coqueto estadio de la capital santacruceña. Allí, las locales sometieron sobretodo en el juego físico a las dirigidas por Vigil (Ceballos expulsado) en los primeros momentos del juego. Le costó a Escuela, bastante, para ser honestos.
No fue una noche fluida de Jara ni de Silva, y el golpe preocupante de Yasna Godoy sacó por momentos de partido a Poli que transitaba errático la etapa inicial, sumado a que viajó con muy poco recambio.
Las aproximaciones de Estudiantes, sobretodo en el poderío de Cárcamo y Vázquez, inclinaban la cancha hacia el arco defendido por Brisa Benítez. Eso, claro está, sucedió durante los primeros minutos, ahí quizás era el momento del “Pincha” santacruceño, porque por aquí, en estas latitudes, todos sabemos que no se le debe sacar el pie del cuello al tigre y menos si el tigre es Escuela Municipal, y menos si tiene a Valentina Grandis, que a veces parece deambular la pista, pero que siempre, siempre, sabe cuándo es el momento.
Por eso, ante el primer descuido de las locales, Valen presiono, robó y definió suave por bajo para poner el 1-0. A partir de eso Escuela se acomodó, manejó diferente los tiempos e impuso ciertas condiciones en la tenencia.
Así, ya más cómodo, el elenco verde volvió a lastimar, porque esa es su carta favorita. Y otra vez Valentina, otra vez la jugadora que pese a seguir siendo una juvenil ya es sinónimo de jerarquía en la 40x20. Prueba de ello es el segundo tanto de Poli, un taco delicioso de Grandis para que delire Ushuaia, propios y extraños, y para que la ventaja pareciera en aquel momento de esas que ya nadie puede reflotar (2-0).
Pero, porque claro que hay un pero, así como Estudiantes no sabía que no debía quitar el pie de la garganta de Escuela, tampoco sabía que a Poli por estas latitudes se lo respeta mucho. Por eso, sin ningún temor ni nada para perder -otra tampoco le quedaba-, las de Rojo fueron al frente y a la carga una vez más. Así, locales y con amor propio, Vázquez puso el 1-2 para Estudiantes y pocos minutos después un empate furioso que terminó siendo definitivo y créanos, totalmente justo.
La tanda de los penales puso verdaderamente en jaque a las multicampeonas fueguinas ya que Estudiantes estuvo a un tiro de quedar match point, pero apareció Benítez e inclinó la balanza.
Se lo quedó Escuela, es que pase lo que pase, se dé como se dé, sea donde sea, casi siempre se lo queda Escuela…
Ahora sí, Mercantil
No importa si es por poco o por mucho, si es luciendo o administrando, Mercantil te gana, te gana, así de sencillo, incluso cuando no parece que esté ganando, ya te está ganando. Trabaja los encuentros, los analiza desde la cabeza de su comandante que es Bonvehi, te lleva a su patio, a su barro, te atrapa y te domina.
Eso sucedió con San Isidro en el partido clave de la Etapa Provincial de Copa Argentina, lo deslució, le quitó ritmo. Y eso mismo pasó en el Juan Bautista Rocha ante Escorpión en Rio Gallegos. Lo fue matando de la cabeza a su rival, no se lo llevo puesto, no lo molió a pelotazos, pero le tocó la pelotita, lo ahogó en quince metros, lo fue haciendo sentir inferior, ocasionalmente Escorpión arremetió contra el arco de Araujo, pero muy ocasionalmente, y se dedicó a ensuciar el juego con exceso de fuerza, muchas veces.
Aunque los árbitros lo permitieron, Mercantil jamás desesperó, empezó a diseñar el fondo de la escenografía, a acomodar las sillas y el decorado de una noche en la cual lucía como ganador. Ni el talento de Cárdenas u Ojeda ni el oficio de Sevilla fueron jamás un problema, lo trabajo el elenco del CECU, sin premura, con prudencia, para que nada se escape, y lo consiguió, por supuesto.
Pérez primero, un Pérez que es junto con González los dos puntos más altos del Mercantil de Bonvehi, González justamente después y un golón en el complemento del Burro Mansilla para dinamitar cualquier intento de respuesta rival, porque así es este Mercantil hoy por hoy. Juega, y mientras juega, juega con los rivales, los golpea cuando los tiene que golpear, los deja crecer en tanto y en cuanto le convenga y después lo transiciona y lo liquida, gana.
Ahora, el elenco de la capital fueguina, después del rutilante e inobjetable 3-0 en Gallegos, tendrá en el horizonte el cuadro final de esta Copa Argentina, pero también y, sin dudas, la Copa Ushuaia que está en juego, y todo, todo lo que haya por delante, porque toda competencia la quiere ganar, y sabe con total convicción que puede hacerlo…