#Futsal El entrenador de Mercantil analizo el presente de su equipo, previo al choque ante San Isidro por Copa Argentina.
(Por Lien Tapia)
El actual técnico de Mercantil, Martin Bonvehi, analizó el presente de sus dirigidos en la antesala de la gran final provincial ante San Isidro. Su arribo al club, sus pretensiones y lo que viene en charla exclusiva con MZL.
No quedan dudas de que desde el arribo del histórico Martin Bonvehi, Mercantil ha ganado en orden y busca lograr ese ansiado salto a nivel patagónico y nacional. Este martes, desde las 16:30 en el Cochocho, recibirá a su par riograndense de San Isidro en busca de coronarse ganador de la etapa provincial de Copa Argentina.
“Creo que lo más importante es que los jugadores han entendido en este corto tiempo que para llegar a estas instancias, las cuales ellos vienen anhelando hace tiempo, es necesaria la entrega a tiempo completo dentro de la pista y siguiendo un plan de juego de acuerdo al rival. Fundamentalmente son ellos quienes se han comprometido a eso y bien merecida tienen la final del martes, la cual va a ser durísima”, comenzó explicando.
Y analizó su llegada: “Me encontré con un riquísimo plantel de salonistas, buenas personas antes que nada, y me sorprendió la calidad de sus individualidades a medida que comencé mis tareas, aparte de brindar todo lo mejor que se puede cada día que pasa. La gestión de Juan (Guapura) no deja de sorprenderme también, ya que siempre está planeando cosas para enriquecer al equipo y plantear objetivos cada vez más desafiantes para mí como entrenador y para los jugadores obviamente. Esto implica subir la vara constantemente”.
Si bien su amor e identidad está con la Escuela de Futsal MB, decidió ir por más y llegar a un Mercantil que necesita e impone metas ambiciosas: “En mi club se está trabajando a largo plazo con las inferiores hace 15 años, sigo siendo parte de esa construcción desde otro rol, soy padre también, dirigente y el aporte lo sigo haciendo desde allí. Sin dudas dejar de entrenar equipos lo considero un paso necesario del éxito futuro de ese constructivismo en la EFMB, el aporte de otros entrenadores y entrenadoras es vital para ello, son procesos de tiempo y el mío ya había cumplido un ciclo por el desgaste. Ojalá más adelante me toque regresar en esa faceta”.
“Acá en Mercantil es otra construcción, otros objetivos y otra gestión de equipo la que me toca. Me convenció la idea de Juan Guapurá (quien hoy es el motor del club como gestor), sus salonistas de calidad y se busca llegar a las instancias finales de la LNFA. Para mí es un honor que me hayan buscado y estoy agradecido disfrutando otra vez de entrenar la élite”, agregó.
Y dejó en claro que “todos los equipos tienen sus potencialidades, en nuestro caso tener buenas individualidades desde el aspecto técnico es una de ellas, pero no pienso en creernos mejores por ello, sino por la química necesaria para crecer como equipo. Ni más ni menos que los demás, respeto y confianza”.
En relación al nivel del futsal y la actualidad enfatizó: “Estamos en una etapa de renovación no solo de sus estructuras, sino también cambios desde lo federativo en concordancia al plano nacional y mundial. Si miro 40 años atrás evolucionó mucho, pero si miro 20 años atrás me parece que no tanto, la calidad de lo/as jugadore/as está siempre, pero debemos mejorar en el plano educativo de todos los actores (jugadore/as, entrenadore/as, arbitraje y dirigencia), porque seguimos teniendo una mirada cortoplacista como deporte. El otro límite es la falta de infraestructura adecuada”.
Ya entrados en el choque decisivo con San Isidro manifestó: “Lo juego a cada instante, porque es una alegría y una linda responsabilidad saber que vamos a estar en ese partido que todos quieren jugar, y que no se da seguido en la vida. Trato de enfocarme en mi trabajo como entrenador para que los salonistas se sientan apoyados por mi rol. Gracias a la familia de Mercantil por elegirme y todo su apoyo”.
Todo está dicho. Solo es hora de que la bola empiece a rodar…
