#Basquet "Lo que tuve que hacer en 25 años de carrera, ya lo hice", dijo Luis Scola.
(Por La Nación)
"No, ésta no era la despedida que tenía en mente. Estaba pensando en un estadio lleno, en un gran partido, abrazándome con mis compañeros. Si el de Valencia fue mi último partido, sería un poco triste. Pero estaría bien igual: lo que tuve que hacer en 25 años de mi carrera, ya lo hice. Estoy en paz conmigo mismo".
La frase de Luis Scola encierra melancolía, algo de tristeza y también las dudas que en este momento de su vida lo atraviesan. Pero enseguida, el capitán de la Argentina se envalentona. Como cuando debió reemplazar en el seleccionado a Fabricio Oberto en el rol de pivote tras el retiro del cordobés y arremetía con fiereza en cada rebote frente a gigantes que le sacaban entre 10 y 15 centímetros de ventaja. Ese mensaje de "lo que tenía que hacer, ya lo hice", refrendado por el "estoy en paz conmigo", pinta de cuerpo entero al número 4 de la selección, que activó imprevistamente todas las alarmas al alejarse de Olimpia Milano y poner en dudas su futuro. Lo que equivaldría a estar o no nada menos que en Tokio 2020. Sus quintos Juegos Olímpicos.
Ese escenario al que hacía referencia Scola en su entrevista con el diario Corriere della Sera es el que le tocó vivir el 5 de marzo pasado, en Valencia, por la Euroliga. Jugó poco más de 17 minutos y marcó 11 puntos en la victoria por 83-81, en un partido a puertas cerradas. Justo él, a quien encanta encender al público con su energía. No en vano fue uno de los grandes símbolos de la Generación Dorada, junto con Manu Ginóbili y el Chapu Nocioni.
Cuenta el Corriere que el jueves pasado, durante el almuerzo, Scola le dijo al entrenador Ettore Messina: "Soy un viejo, no puedo pasar otro año volando de un lado a otro de Europa y peleando bajo el aro con chicos grandes que podrían ser mis hijos. Me bajo acá".
Olimpia Milano lo despidió con todos los honores en las redes sociales. Scola fue uno de los deportistas a los que la pandemia no los afectó en cuanto a salud, sino mentalmente. Primero, para él, ya a sus 40, era un tema estirar la carrera hasta Tokio. El coronavirus prolongó los objetivos hasta 2021. Y aun cuando en un reciente diálogo de podcast con su compañero de selección Nicolás Laprovittola, Luifa dejó en claro sus ganas de llegar a la cita olímpica, el efecto psicológico fue minando las bases. Mucho más cuando alrededor aparecen más dudas que certidumbres acerca de la evolución mundial de la Covid-19.
"Nadie podría haber imaginado que el coronavirus alteraría el mundo, y al deporte en general. Quería ser el primer jugador de básquetbol de la historia en participar en cinco Juegos Olímpicos, pero ahora Tokio está muy lejos. Tendré que evaluar", sostuvo Scola. Ayer mismo, su manager, Claudio Villanueva, dijo al sitio Ucuweb: "Luis tiene ofertas, pero él decidirá si sigue o si se retira. Es un proceso personal".
De qué depende la decisión
¿Cuáles son los análisis a los que se refiere Scola? "Evaluaría si quiero volver a transpirar en el gimnasio, si tengo ganas de luchar por una pelota, de hacer un lanzamiento adicional. Ahora mismo no sé qué voy a hacer. Todo lo que sé es que no podría aceptar ser un jugador medio. Sólo conozco dos velocidades: 100% y 0%. Si supiera que no puedo dar el 100%, dejaría ahora mismo el básquetbol. Me doy unos días para pensarlo. Si me siento apto, consideraría otras opciones. La verdad es que ya no siento ganas de jugar en la Euroliga. Tengo 40".
El paso de Scola por Olimpia Milano no fue en vano. El dueño del club, el célebre diseñador Giorgio Armani, tuvo un reconocimiento especial: por primera vez, manifestó admiración a un jugador en una comunicación institucional: "Es un gran campeón y fue un gran honor tenerlo aquí". Y Scola, aunque sea innecesario, aclara que no tiene problemas con el club. "En absoluto, al contrario. Considero un honor lo que dijo Armani. Fue una experiencia espléndida estar acá, en Milán, en un gran equipo con el que seguramente habríamos crecido y luchado por la Euroliga y por el scudetto en la liga italiana. Y Milán es una ciudad fantástica".
La palabra "retiro" no asusta a Scola cuando se la mencionan. "No tengo ningún sentimiento en particular. A mi edad, soy consciente de que puedo dejar de jugar en cualquier momento. El básquetbol me ha dado mucho, y le he dado algo al básquetbol, pero la prioridad ahora es estar con mi esposa y mis hijos. La familia es lo primero. Y mi familia se ha visto obligada a viajar por el mundo conmigo; es uno de los aspectos negativos de mi trabajo. Ahora nos gustaría parar".
Casado con Pamela y padre de cuatro chicos (Tomás, Matías, Tiago y Lucas), Scola dice que permanecerán en Milán al menos hasta Navidad. Que después decidirán si regresarán a la Argentina o se instalarán en otra ciudad de allá. Algunos trascendidos lo ubican en el equipo de Varese, urbe ubicada a menos de una hora de Milán. Y Luis hasta se permite lanzar una humorada en el final: "Estoy feliz. Después de un año aquí, hice mi primera entrevista en italiano. Estoy satisfecho".
¿Lo necesitarás en el futuro?
Si tuviera que seguir jugando en Italia, tal vez...
Para el básquetbol argentino, para el deporte nacional, esa decisión va mucho más allá de cuán bien hable Luis Scola la lengua del Dante.