#Tenis El italiano Andrea Gaudenzi, presidente de la ATP, no descarta el aplazamiento de toda la temporada hasta 2021.
(Por La Nación)
El italiano Andrea Gaudenzi (46 años, 18° del ranking en 1995) asumió el 1 de enero pasado como director de la ATP, en reemplazo de Chris Kermode. Desde entonces, su desafío fue superar obstáculo tras obstáculo: la gira en Australia se vio alterada por los incendios forestales y, luego, el Covid-19 obligó a la cancelación total de la competencia. El dirigente charló con un grupo de periodistas italianos y reconoció que "nadie puede excluir el aplazamiento del tenis y de los los torneos hasta 2021", aunque mostró su deseo de organizar "al menos" tres Grand Slam y el Masters de Londres, que por contrato debería disputarse por última vez en el O2 Arena antes de mudarse, en 2021, a Turín.
"Ciertamente este no era el escenario en el que esperábamos trabajar. Mi mandato comenzó con los incendios australianos, que fueron seguidos por el brote de coronavirus. ¡Ahora espero que ocurra la Tercera Guerra Mundial en cualquier momento! Estos primeros meses se desarrollaron de manera diferente a lo que esperaba, ya que todos mis planes obviamente se retrasaron y disminuyeron", expresó, según refleja ubitennis.com, la máxima autoridad del organismo que gerencia el circuito profesional masculino de tenis.
El futuro del circuito. "Nadie sabe cuándo volveremos a competir. El 9 de marzo cancelamos Indian Wells por la regla 'primero la salud y la seguridad' y no nos planteamos jugar a puerta cerrada. A partir de ese momento la epidemia se agudizó y ahora estoy bloqueado en mi casa de Londres, haciendo planes que podrían cambiar en todo momento dependiendo de la emergencia sanitaria. Estamos hablando de fechas hipotéticas. Además, ahora también el Abierto de Estados Unidos se está planteando aplazar el torneo. Todo depende del virus. Nadie puede excluir el aplazamiento del tenis hasta enero de 2021, que volvamos a jugar con el Abierto de Australia".
La decisión unilateral de Roland Garros de jugar en septiembre. "Lo de Roland Garros demuestra que es necesario tener más reglas para coexistir en el calendario. Los cuatro grandes tienen reglas distintas para los desempates del quinto set. Los derechos televisivos se venden de forma separada. Esto no puede ser. Roland Garros, en el pánico por las declaraciones del presidente [Emmanuel] Macron sobre el estado de guerra, colocó su bandera francesa en septiembre. Allí nacieron los altercados. Nadie puede permitirse ser prepotente".
La mirada de los jugadores. "Los tenistas están de acuerdo conmigo. Yo he hablado con todos los miembros del Consejo de Jugadores. He hablado con Nadal, con Federer y con Djokovic, y están de acuerdo que se deben intentar jugar los torneos más importantes. Por eso tiene sentido haber movido Roland Garros a septiembre. Tendría menos sentido jugar el US Open tres semanas más tarde. Si el tenis no se reanudara a principios de septiembre, dudo mucho que sea más adelante".
Más dificultades de calendario. "Hemos creado unas 50 versiones diferentes y hemos tenido que volver a barajarlas a diario. Hay cosas inamovibles como el Masters. El O2 Arena está disponible para las Finales ATP exclusivamente durante esa semana [del 15 al 22 de noviembre], y lo mismo ocurre con la mayoría de los torneos bajo techo de Viena y Basilea, porque los pabellones son multiusos".
Una hipotética gira sobre polvo de ladrillo. "Estamos trabajando en la opción de cuatro semanas de polvo de ladrillo después del US Open. El mejor escenario posible sería jugar la gira norteamericana en verano, luego en polvo, después la gira asiática y después las Finales ATP. Si eso pasa habríamos salvado el 80 por ciento del calendario exceptuando la gira de césped. Si se cancela el Abierto de Estados Unidos, todo se complica más porque entonces plantearíamos el escenario de seguir jugando en noviembre y diciembre. De momento, la idea es volver el 13 de julio".
Los jugadores más necesitados. "Intentaremos ayudar a todos. En lo financiero, primero trataremos con los Challengers y los ATP 250, así como con los jugadores entre 250 y 500. Es inútil ayudar a aquellos que juegan Grand Slams, a los primeros 50 del mundo".