#Fútbol El millonario venció 3 a 0 a Huracán de visitante y es el líder del Campeonato.
River venció ayer por 3 a 0 a Huracán en su visita al estadio Tomás Adolfo Ducó en el marco de la décima fecha del torneo de la Liga Profesional y le sacó cuatro puntos de diferencia a su escolta, San Lorenzo de Almagro.
Con los goles del venezolano Salomón Rondón en dos oportunidades y de Ezequiel Barco, River se aventajó con dos penales claros y fue superior en el campo de juego, en donde Huracán no tuvo peso en ataque en ningún momento.
Tras una gran jugada de River en la primera contra letal que tuvo, el defensor Patricio Pizarro lo bajó en el área al venezolano Rondón, cuando estaba por definir ante Lucas Chaves y le cometió penal. El experimentado delantero puso el 1 a 0 con una definición precisa contra un palo.
Con otra jugada perfecta, pero esta vez individual de Esequiel Barco, Rondón contuvo la pelota ante los dos centrales del local, se acomodó y marcó el 2 a 0 ante un bloqueo de Chaves muy blando.
La defensa de Huracán fue de lo más flojo durante la primera etapa y no pudo frenar los ataques del “Millonario”.
En el arranque del complemento, otra vez Pizarro cometió un error garrafal: agarró de la camiseta a Rondón en el área chica, y tras la revisión del VAR por parte de Facundo Tello, cobró penal para River. Por esta acción, el central de 22 años se fue expulsado por doble amarilla, mientras que el venezolano no pudo anotar su triplete. Enzo Pérez convirtió en el rebote que fue anulado por invasión.
Barco tomó el balón esta segunda vez, cuando se repitió el tiro desde los doce pasos, y estableció el 3 a 0 para el Millonario.
Tello otra vez fue a ver el VAR para chequear la invasión de Pérez que efectuó la repetición del penal.
Cuando quedaban poco más de cinco minutos para el final del partido se cortó la luz del estadio Tomás Adolfo Ducó. Pero se pudo restablecer al poco tiempo y se reanudó el juego sin inconvenientes.
Clásico para el olvido
Newell´s y Rosario Central protagonizaron clásico de Rosario para el olvido e igualaron 0 a 0, en el estadio Coloso Marcelo Bielsa. Con este resultado, ambos conjuntos dejaron pasar la posibilidad de acercarse al líder River.
La primera etapa del Clásico de Rosario fue de pierna fuerte -y por momentos desmedido-, el roce constante y la falta táctica como recurso para interrumpir las acciones que podrían generar peligro de adueñaron del espectáculo.
Algunas protecciones aisladas de Facundo Mansilla o las intenciones intermitentes de Ramiro Sordo para “La Lepra” fueron lo más claro, mientras que los de Miguel Ángel Russo apostaron por la velocidad de Jaminton Campaz y la experiencia de Ignacio Malcorra.
Pero un claro parámetro de lo que fue el clásico fueron los arqueros, Jorge Broun y Lucas Hoyos, quienes no tuvieron demasiada labor durante el primer acto. Incluso en la última antes de que llegara el descanso, Brian Aguirre, desperdició la ocasión más clara con un remate desviado.
En el complemento, un remate de Kevin Ortiz, para Rosario Central, de media distancia sacó un bombazo que Hoyos desvió al tiro de esquina e hizo ilusionar con un cambio de imagen del partido.
Sin embargo, el correr de los minutos no mejoró en nada el partido y las ilusiones se apagaron de forma inmediata, incluso las acciones se anotaron en la lista de faltantes y con apenas una serie de remates -muy- desviados, le bajaron el telón a un clásico que fue para el olvido.
Penosa imagen del Rojo
Independiente no levanta cabeza, volvió exhibir un pobre nivel y cayó ante Estudiantes de La Plata por 2 a 1, en Avellaneda, en la continuidad de la décima jornada de la Liga Profesional 2023.
Jorge Rodríguez, a los 5 minutos del complemento, y Zaid Romero, a los 42, le dieron el triunfo al conjunto “Pincha”, mientras que el propio defensor -Romero- había anotado en contra, a los 41, la igualdad transitoria para el local.
El elenco de Avellaneda volvió a sumar una nueva frustración y acumula nueve encuentros sin triunfos en la Liga Profesional.
El marco imponente de público en el estadio Libertadores de América-Ricardo Bochini supuso que le daría un empujón a un Independiente que estuvo muy distante del color de las tribunas, ya que mostró una nueva imagen deslucida, en la que la pasó mal desde el principio al fin de la primera etapa.