#Futsal La Federación Fueguina deberá evaluar quien sera el nuevo referente proyectando a futuro.
(Por El Sureño)
Tras el durísimo golpe que significó la partida física de su principal referente y dirigente, Luz Andrade, ahora la Federación Fueguina de Fútbol de Salón deberá evaluar los pasos a seguir en todos los aspectos que conciernen a su vida institucional.
Es de público conocimiento que Andrade desempeñó numerosas tareas en la incesante búsqueda de mejorar la competencia local y fortalecer el trabajo de las selecciones (Mayores, C-20 y C-17); ahora, habrá que ver quién se hace cargo de semejante trabajo.
Un minoritario grupo de personas cercanas al fútbol de salón CAFS como Pablo Urrea o Aníbal Ramírez -por mencionar algunos- acompañó a Luz en su gestión, pero ambos viajaron al Argentino C-17 de Selecciones y solo el tiempo dirá si pretenden continuar o no en colaboración.
Pero, sobre todo, la formalidad la definirá la próxima Asamblea Extraordinaria, en la que Luz Andrade tenía previsto presentar todos los balances desde 2018 (año en que se realizó la última instancia de ese tipo y asumió Juan Alcalde la conducción) y donde solo tendrán los votos los clubes que se encuentren al día, entre los que aparece San Martín.
Es válida la aclaración respecto del año de la última asamblea teniendo en cuenta que varios dirigentes quisieron instalar que en 2016 se había elevado la última documentación; versión que falta a la verdad.
En abril del 2018, con los votos de San Martín, Pingüino y Luz y Fuerza (QRU asistió esa jornada en calidad de oyente); Alcalde fue designado presidente y lo secundó Luz Andrade, quien fue designada tesorera.
La pandemia de COVID arrasó con toda la actividad deportiva de 2020 y recién en 2021 volvió la actividad con un Torneo de Verano con récord de inscripción y el Torneo Apertura cuya recordada final protagonizaron Luz y Fuerza, y Sportivo.
Tras ese campeonato Alcalde abandonó la FFF y Andrade, imprevistamente pero con la necesidad de continuar la actividad, sacó adelante la situación en conjunto con otros dirigentes y completó la temporada con la Copa Centenario Ciudad de Río Grande y el Torneo Clausura.
También cabe resaltar que Alcalde nunca presentó una renuncia formal y pese a las gestiones incansables de Luz Andrade para que facilite una transición a una nueva gestión, él perduró en la presidencia hasta el vencimiento de su mandato sin resignar el lugar que, en los últimos años, solo ocupó en los papeles.
Ahora los críticos dirigentes de los clubes que desgastaron el interinato de Luz Andrade en la Federación –con discusiones inertes- serán los responsables de encaminar su destino; un lugar que parecen haber anhelado pero en el que deberán demostrar estar a la altura para brindar respuestas a 26 clubes y nueve categorías (una de ellas dividida en tres: División de Honor, División de Oro y División de Plata).
Inclusive, en la mayoría de los casos se trata de referentes de clubes que son los principales deudores ante la Federación, en la cual algunos padres de jugadores C-17 se preguntaban dónde se encontraban los fondos de la FFF para el viaje de la Selección de dicha categoría.
¿Tomarán el mando nuevos dirigentes con visión a futuro y un buen trabajo en sus respectivos clubes? ¿Volverá el poder a manos de quienes ya tuvieron su momento en años anteriores? ¿Será el momento de que quienes han trascendido por su verborragia y no por acciones concretas se decidan a aportar y trabajar desde adentro?
