#Futbol Luis Kovacic se sumó como refuerzo a fines del año pasado a O' Higgins y fue promovido al primer equipo tras cerrar el 2019 en la Sub 20.
El joven arquero riograndense de 19 años, Luis Kovacic, se sumó como refuerzo a fines del año pasado a O’ Higgins y fue promovido al primer equipo tras cerrar el 2019 en la Sub 20. En Rancagua (Chile), lejos de la familia y siguiendo la cuarentena analiza su presente. “Fui titular en pretemporada y estuve en el banco de Primera por primera vez en un duelo oficial”.
“La cuarentena la estoy viviendo un poco aburrido, pero trato de distraerme un poco haciendo otras cosas. Salir de lo que hago siempre. La llevo bien, por ahora”, comienza diciendo.
El fueguino nacido en Rio Grande, de 19 años, se destaca en la cocina: “Soy muy bueno en la cocina, mi plato de cabecera es el arrollado de pollo con puré. Me sale divino y las pastas también, la que quieras”.
Además “Luchito” hace los ejercicios que envió el preparador físico del club con trabajos aeróbicos, zona media de fuerza y otros movimientos que deben cumplir diariamente. “El otro tiempo miro series, tomo mates y comparto con mis dos mascotas”, explica.
La aclimatación al equipo fue la mejor, iniciando en el equipo de la Sub 20 y, luego de entrenar dos semanas, pasó al plantel de primera. Si bien ensayaba con ellos, durante los fines de semana bajaba a su categoría para sumar minutos y rodaje.
Ya en 2020, lo llamó el entrenador argentino Patricio Graff para sumarse a la pretemporada, disputando varios encuentros como titular ya que el arquero estaba con la Selección Chilena en el Preolímpico de Colombia -Argentina se coronó campeón-. “En la primera fecha fui al banco de forma oficial por primera vez en un primer equipo”, comenta.
Su llegada a O’ Higgins, donde tiene que luchar con el ex-River Augusto Batalla y el trasandino Luis Ureta, se da por la ciudadanía chilena -libera cupo de extranjero-. “Habían preguntado varias veces por mi al representante y tras descender con Belgrano decidimos el traspaso”, fideliza.
En cuanto a sus metas expone que los objetivos “trato de que sean a corto plazo, ahora buscar mantenerme a donde llegué, prepararme como jugador para cuando me toque la posibilidad estar a la altura y responder de la manera adecuada”.
Si bien ya está aclimatado a la nueva ciudad, recuerda mucho al “Pirata”, un club que lo formó en esta pasión familiar de ser arquero: “Belgrano me dejó muchas cosas, buenas amistades, enseñanzas, momentos buenos y malos, campeonatos ganados, grandes situaciones vividas… Me ayudaron muchísimo cuando falleció mi viejo Luis y me queda la espina de haber debutado ahí, pero hubo algunas cuestiones internas que me llevaron a tomar la decisión de cambiar de aire”.
Ahora, en medio del Coronavirus, se mentaliza de cara a lo que viene y sabe que cuando le llegue la oportunidad no la puede dejar escapar. El debut en Primera está cada vez más cerca…