#Futsal El crack fueguino grito Campeón ante el local Paraguay, en un partido dramático.
Con el fueguino Kiki Vaporaki como uno de sus jugadores claves, Argentina superó 1-0 a Paraguay y se consagró campeón de la Copa América en un partido dramático ante el dueño de casa. Alan Brandi, el pivot nacionalizado, anotó la única diferencia cuando se iba la etapa inicial.
El equipo conducido por Matías Lucuix escribió una nueva página dorada para esta generación que no se cansa de hacer historia.
Con el valor agregado de ser la última competencia oficial del capitán Leandro Cuzzolino y el cierre Pablo Taborda, la albiceleste salió a jugar con uñas y dientes como nos tiene acostumbrados después de dejar en el camino al campeón defensor Brasil.
Sacando pecho en las grandes citas, como viene siendo una constante desde la aparición de Diego Giustozzi en el cuerpo técnico, Argentina volvió a pisar fuerte en rodeo ajeno y venció 1-0 al anfitrión Paraguay, que hizo sentir las 3500 almas que apoyaban desde las gradas del SND Arena.
Desde el inicio, la albiceleste con el clásico elenco titular (Sarmiento, Taborda, Claudino, Corso y Brandi) intentó filtrar balones largos en el eje de cancha para dejar mano a mano al pivot español nacionalizado, pero los guaraníes se mostraron enfocados en cerrar esos caminos para los subcampeones del mundo.
No obstante, al momento del ingreso del segundo cuarteto con el fueguino Kiki Vaporaki como una de sus piezas más desequilibrantes, Argentina logró generar al menos tres avances que pusieron en peligro el arco de González.
Mientras tanto, Nicolás Sarmiento solo tuvo que revolcarse un par de veces ante remates de media distancia que siempre tuvo bajo control.
La tónica de la etapa inicial se mantuvo con Argentina como dominador, dejando pasar ocasiones como el desvío al palo de Cristian Borruto, el pase cruzado de Kiki que Rescia no llegó a conectar hasta que con el cuarteto titular llegó la alegría.
Balón largo desde propio campo de Sarmiento, Brandi que gana en el cuerpo a cuerpo y en el rebote la puntea al fondo de la red para la diferencia albiceleste. Faltaba 1’37”.
Ya en el complemento se preveía un encuentro distinto, por el ímpetu y la obligación de Paraguay a buscar el empate. El brasileño nacionalizado Neto le dio un salto de calidad y velocidad a las ofensivas, pudo mejorar en la presión alta y Argentina no tuvo mayores opciones que replegarse.
Sarmiento otra vez tuvo que hacerse gigante, tapando los disparos de Salas, Báez y una inolvidable salvada de Maxi Rescia cuando el mejor arquero del Mundial ya había sido superado. El poste tiró una media chilena para despejar el balón cuando se gritaba el empate.
Cuando quedaban 5’, Chilavert -DT paraguayo- se la jugó con arquero-jugador y Argentina volvió a demostrar su gran faceta defensiva en inferioridad, cerrando el juego con Kiki Vaporaki de último hombre.
Sarmiento se lució frente a un remate abajo de Neto, se equivocó en una salida y el rebote en Báez no fue gol de casualidad, para volver a surgir en todo su esplendor para quedarse con tres disparos de los locales en el último minuto.
No hubo tiempo para más y todo fue llanto de alegría para el capitán Leandro Cuzzolino, quien disputaba su último partido oficial con la camiseta de la Selección, al igual que Pablo Taborda, por lo que ambos levantaron juntos el máximo trofeo continental.
En tiempos de recambio, el futsal argentino vuelve a estar en el escalón más alto del podio y sigue siendo ejemplo de esfuerzo y progreso.
Campeón de América y de visitante ante una potencia histórica como Paraguay. Otra conquista épica para un deporte que no tiene techo.