#Rugby Con una multitud siguiendo la jornada, hubo empate entre las divisionales principales.
(Por El Sureño)
Completando la octava fecha del certamen Clausura de Rugby, la fiesta que se vivió en La Soñada con los choques entre Universitario y Río Grande por la Copa Ciudad de Río Grande, fue total; como nunca el público se volcó al Cono de Sombra para seguir las distintas alternativas entre estos clásicos rivales.
Y si bien por momentos en varios de los cotejos disputados hubo algo de violencia entre jugadores y jugadoras, fue sólo eso, un momento, y la nueva Copa terminó en paz, sobre todo en la máxima divisional donde no pudieron sacarse demasiadas ventajas y terminaron igualados en 13, lo que significa que por primera vez en cinco ediciones ningún equipo se lleva el trofeo a casa. Luego, en Menores de 16, la alegría fue para los chicos del Río Grande RHC; mientras que la Copa en Damas quedó en poder de las dueñas de casa.
Todo comenzó muy temprano con encuentros de infantiles, pero los primeros en saltar al campo de juego por los porotos fueron los M-16 y allí se impuso el Verde por 32-19, en un buen cotejo donde ya desde chicos entienden de qué se trata jugar un clásico de barrio y se brindaron por enteros al espectáculo.
Tras éste cotejo se jugó el primero de femeninos; los dos clubes decidieron jugar un sólo juego competitivo (el último) y dale lugar en el primero a las chicas que recién se están iniciando en la disciplina, y si bien hubo una que otra ya con mucho rodaje, el fin se cumplió y la victoria quedó en poder de Uni por 12 a 0 con tries de Chichu Contreras y Gimena Sala, más una conversión de esta última.
Y tras el juego de Desarrollo entre Uni y Turú Rugby Club -amplio triunfo de los locales -, se jugó una verdadera final con todos los ingredientes; la primera etapa favoreció al local quien se adelantó con un try por una de las puntas de Anahí Pereyra, mientras que la segunda conquista fue de la potente Rebeca Cheuque quien penetró por el centro de la defensa y apoyó debajo de las haches para favorecer a la pateadora Rocío Osorio y dejar las acciones 12-0.
Tras el descanso fue el Verde quien aprovechó el viento en su espalda y fue a jugar en campo rival y puso a defender con uñas y dientes a las anfitrionas quienes no se cansaron de tacklear, aunque a falta de dos minutos Carla Galván desbordó por una de las puntas y llegó al descuento.
Los dos minutos finales fueron para el infarto, Río Grande fue y fue, y si bien tuvo dos situaciones claras de apoyar otra conquista, los buenos tackles de las chicas de Uni se hicieron sentir, y ya en el cierre de la final hubo una que otra escaramuza, algo que ya no es común, menos en el femenino, pero que se da en este deporte de tanto roce, lo que no se puede permitir y deben tomar cartas en el asunto, es el ingreso de público a la cancha a agredir a las jugadoras. La mancha de la tarde.
De no creer, 13-13
¡Qué clásico señores! No importó la realidad de los dos conjuntos más importantes de la ciudad, cada vez que chocan estos clásicos rivales nos regalan un espectáculo único y desde el vamos se vio un gran match, por intención de juego y sobre todo por la intensidad que le metieron desde el pitazo hasta los primeros veinte minutos de juego.
La visita, aprovechando el viento a su favor en la primera etapa, salió a un ritmo devastador con los delanteros muy metidos en el juego y donde los dueños de casa se vieron obligados a defenderse en los primeros tramos.
Ese mejor juego colectivo del Verde le permitió alcanzar dos penales a favor, a los 6 y 11 minutos, y ambos desde posición no tan factible, Walter Kohan se encargó de adelantar al Río Grande 6-0, y era más que justo por lo que se veía dentro del campo de juego.
Y en el primer ataque a fondo de Universitario a los 14 minutos consiguió una infracción muy cerca de los palos y Ramiro Santoro achicó el score, pero 5 minutos más tarde el Río Grande llegó al primer try de la tarde; pelota jugada de lado a lado, fue del centro a la derecha y cuando agotaron la cancha volvieron la pelota la izquierda hasta que el apertura Javier Gómez vio el hueco y encaró de punta el ingoal y pese a un doble tackle, cayó justo sobre la línea, y sumada la conversión de Kohan, el Verde se fue al descanso 13-3 arriba.
Todo cambió en la segunda parte, fue Universitario quien salió decidido a jugar en campo contrario, utilizó mucho más el pie para acorralar al rival en su campo y a los 6 minutos recuperó una pelota y de maul, los dueños de casa arrastraron al rival y fue el pilar Mariano Rodríguez Bustamante quien se desplomó en el ingoal y tras la conversión de Keke Santoro, el resultado se achicó 10-13.
Ocho minutos más tarde, Universitario aprovechó uno de los tantos penales que cometió el Verde en el complemento, y el propio Santoro acertó una patada muy larga, casi de media cancha y esquinada, tremenda conversión para igualar el tanteador.
A partir de allí la batalla de los forwards fue tremenda, los locales quisieron romper con ellos y se encontraron con una defensa férrea; sin embargo, tanto fueron que obligaron al contrario a detener muchos de esos avances con infracciones, y el local tuvo la chance de quedarse con la victoria con cuatro disparos a los postes, pero dos de ellos eran muy complicados de acertar desde mitad de cancha, y los otros dos más factibles, al pateador se le fueron por el primer poste.
Y más allá de dos amarillas simultáneas que picaron un poco el match, por suerte no pasó a mayores, el clásico terminó en paz y deberán esperar un año para sacarse las ganas de ganarse…